miércoles, 4 de abril de 2012

El exceso de fructosa provoca obesidad

La fructosa es un endulzante natural que se obtiene principalmente de la frutas, se le conoce como el azúcar de la fruta. Según un estudio publicado en la revista Hepatology,  las bebidas con fructosa engordan y alteran el metabolismo del organismo. La contribución de la fructosa a las alteraciones metabólicas parece ser especialmente marcada cuando ésta se ingiere en forma líquida, como edulcorante de bebidas.

Cuando un individuo consume cantidades excesivas (de dos a tres litros diarios, por ejemplo), no es capaz de compensar el  gran aporte de energía, reduciendo la ingesta de alimentos sólidos. En consecuencia, el exceso de energía acumulada acelerara la aparición de obesidad.

La fructosa ha sido utilizada tradicionalmente como edulcorante para los diabéticos. En la actualidad existen dos posturas divididas respecto a su uso para estas personas: unos afirman que debido a que la fructosa no aumenta la glucosa de la sangre, las personas diabéticas pueden tolerarla mejor que otros azúcares. En cambio otro grupo señala que la fructosa acaba transformándose en glucosa y produce una elevación glucémica en sangre, por lo que ya no se considera un edulcorante recomendable para diabéticos.

En los últimos tiempos se ha convertido en objeto de polémica al ser asociada como causa de la obesidad. Desde 1980 varios estudios han asociado las dietas ricas en fructosa a la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, la obesidad, la gota y elevado colesterol y triglicéridos. La causa parece ser el hecho de que la fructosa debe ser metabolizada por el hígado, a diferencia de la glucosa.

La fructosa engaña al cerebro haciéndole creer que la persona no ha comido mucho. La fructosa engaña a los mecanismos de control del cuerpo, haciéndole comer más.

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